Clínicas se ofrecen para resolver crisis de listas de espera del sistema público: “Tenemos la capacidad”

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El gremio de centros privados estima que prestaciones emplea mitad de sus recinto

Fuente: El Mercurio / Judith Herrera

Ya son 2,5 millones las personas que se encuentran en espera de una atención en el sistema público, ya sea por alguna especialidad o una cirugía. Es en ese escenario que el gremio de prestadores privados realizó un análisis en el que estima que, en un plazo de un poco más de dos años, podría resolver el 70% de las intervenciones quirúrgicas GES y no GES.


La proyección de Clínicas de Chile, elaborada en base a los últimos datos del Ministerio de Salud, considera la información estadística de 39 de los recintos que participaron de la última licitación de Fonasa para cirugías de un universo de 70, es decir, un 45% de los asociados. La estimación, a la que accedió “El Mercurio”, indica que en algunas patologías se podría dar solución al 100% de las cirugías pendientes no GES, como es el caso de las intervenciones digestivas y cardiovasculares.


Una labor mancomunada entre público y privado

Según el análisis y en consideración de la oferta de cupos de los prestadores que se sumaron al proceso licitatorio, la asociación plantea que podrían realizarse más de 24 mil cirugías GES, lo que equivale al 66% del total de garantías estimadas a junio. Mientras, sobre las no GES, se podrían resolver más de 258 mil operaciones, lo que equivale al 71%.

Javier Fuenzalida, presidente de Clínicas de Chile, comenta que la estimación “es un dato que creo que es revelador y evidencia que somos una parte integral y complementaria de la solución de salud”.

“Tenemos la disposición y lo hemos dicho, estamos aquí y ahora, porque este tema es de urgencia.
Tenemos la capacidad, tenemos la holgura para poder ofrecer esta solución y creemos que es indispensable que se tome”, añade.

Para avanzar, el gremio propone cinco puntos esenciales frente a la crisis. Primero, la creación de un sistema centralizado de derivación de intervenciones quirúrgicas que funcione de acuerdo con una priorización sociosanitaria, es decir, que tome en cuenta que no todos los problemas de salud son iguales o el rol económico que pueda jugar el paciente dentro de su familia, lo cual debería incidir en su priorización.

También apunta que las personas en listas de espera deben contar con la opción de buscar y hacer seguimiento de su situación de salud. Para esto, la interoperabilidad de datos sería clave, con el objetivo de generar un portal con acceso mediante clave única, por ejemplo.

El tercer y cuarto puntos se relacionan con el financiamiento: que los aranceles correspondan al valor real de las prestaciones y cubran, al menos, los costos; y contar con garantías mínimas de operación, como el pago oportuno. Mientras, el último elemento se vincula con potenciar una red diversa de prestadores para convocar a un abanico amplio de participantes.

“Hacemos un llamado a la autoridad pública a que esta definición se tome en serio, porque de no hacerlo, lo que va a ocurrir es que el tema no se va a solucionar”, afirma Fuenzalida.

Factibilidad económica

¿Cuánto podría costarle al Estado? Si bien el análisis no da cifras, según expertos, la inversión sí podría estar dentro de lo que proyecta Fonasa.

Como comparación, la reciente licitación del seguro público, que tiene una duración de tres años y que fue adjudicada por 70 prestadores privados, fue por $219 mil millones.


Camilo Cid, director de Fonasa, afirma que esta modalidad, en el caso del GES, “ha permitido a septiembre de 2024, la derivación de 22.377 pacientes”. Y en No GES, señala, se han enviado a los prestadores 13.896 personas para intervenciones quirúrgicas.

“Para esto se están utilizando los recursos presupuestarios vigentes, a los cuales se le han agregado, recientemente, $28 mil millones”, añade.


Además, valora la iniciativa de Clínicas de Chile: “Estamos abiertos a estudiar propuestas que se ajusten al marco normativo respecto de las compras públicas y que busquen la resolución integral de los problemas de salud de los pacientes”.

Pablo Eguiguren, director de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo, también destaca el aporte del sector privado “para resolver un problema que los hospitales no han podido dar respuesta”. Junto a ello, dice, “hay que hacer los cambios necesarios para que aumente la productividad de los hospitales.
Y eso pasa por que Fonasa les exija más y por dar herramientas a los directores para mejorar su gestión”.

“El Ministerio de Salud debe tener muy clara cuál es la demanda que realmente tiene y cómo está distribuida. Si se va a avanzar en una negociación para hacer licitaciones que permitan terminar con las listas de espera, se requiere partir con una base muy bien elaborada y muy bien construida”, sugiere Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello.

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