Detectan nuevas eliminaciones masivas en listas de espera y miles de casos que no figuran en datos oficiales

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Según dos informes de la Contraloría, hay al menos 47 mil prestaciones que aparecían en los registros locales de los recintos, pero no en las cifras informadas a nivel nacional por el Ministerio de Salud

Fue la eliminación de unas 323 mil interconsultas en lista de espera en el Hospital Sótero del Río de Puente Alto, realizada por vía administrativa y no todas con su debida justificación, según una auditoría de la Contraloría, lo que levantó sospechas respecto de la transparencia del sistema que registra atenciones en espera en el sistema público de salud.

A raíz de esa indagación, el ente fiscalizador inició otras once auditorías en distintos recintos del país para descartar un problema sistémico. Los primeros resultados no son alentadores.

Los dos primeros informes en salir a la luz, efectuados al Hospital Regional de Antofagasta y al Hospital Regional de Talca, vuelven a levantar las alertas sobre la fragilidad de los registros. Por ejemplo, en Antofagasta, la Contraloría detectó 12.537 registros del repositorio regional de lista de espera que no estaban ingresados en el Sistema de Gestión de Tiempos de Espera (Sigte). Es decir, no figuraban en los registros nacionales del Ministerio de Salud (Minsal).

Algo similar se observó en Talca, donde el Servicio de Salud del Maule utiliza un sistema propio llamado Sismaule para las listas de espera. De las 107.570 prestaciones en esa nómina, 34.986 no estaban en las nacionales.

Así, ambos recintos acumulan más de 47 mil casos de listas en espera que no aparecían en los listados del Minsal, pese a estar esperando por una atención.

Impacto en pacientes

Una posible consecuencia para esos pacientes es que no sean priorizados para ser atendidos, pues no figuran como personas que han aguardado un tiempo excesivo.
Con todo, el caso más extremo es el de quienes fueron borrados de los registros, pues jamás serán convocados y, en caso de darse cuenta de que no están en listas de espera, tendrán que realizar todo el proceso nuevamente, y volver a esperar la mediana de más de 356 días para acceder a una consulta o más de 400 días para una cirugía.

Para el exsubsecretario de Redes Asistenciales Luis Castillo, aún hay que aguardar "para decir si esto es un elemento sistémico. Esperaría los análisis en dos o tres otros hospitales. Pero es altamente probable que estas alteraciones se reproduzcan".

Sobre el impacto de este hallazgo, advierte que "hace más profundo el problema que hay en los tiempos y listas de espera, porque no tenemos claridad absoluta de cuál es la cifra real".

El exministro de Salud Enrique Paris concuerda en que "las cifras reportadas de listas de espera que conocemos podrían ser aún mayores y ya son una grave crisis sanitaria. Eso es lo que debe preocupar a la autoridad. Si es verdad que hay listas en regiones que muestran más pacientes que la lista nacional, hay que actuar con rapidez para encontrar una solución a esos pacientes".

"El peor de los mundos"

En marzo, según las cifras del Ministerio de Salud, en Chile había más de 2,5 millones de consultas de especialidad y poco más de 309 mil cirugías en listas de espera. No obstante, son esos números, que permiten tomar acciones sanitarias y priorizar ciertas enfermedades según la urgencia, tiempos y cantidad, los que ahora están puestos en duda.
Gonzalo Tobar, expresidente de la Alianza Chilena de Agrupaciones de Pacientes, lamenta que "este tipo de situaciones dé pie para una crisis de confianza generalizada con algo tan sensible e importante para los pacientes, es realmente inconcebible".

En Talca, por ejemplo, Contraloría detectó una "concentración significativa y anómala" de pacientes eliminados de listas de espera por no poder ser contactados. En solo tres jornadas, el recinto borró casi cinco mil casos. A esto se suma que se detectaron 58 atenciones médicas de consultas y cirugías realizadas en fechas posteriores al fallecimiento de 56 pacientes.

Al contrario, en Antofagasta se eliminó de las listas a dos pacientes por "fallecimiento", aunque ninguno ha muerto.

El senador Juan Luis Castro (PS) señala que esto evidencia que la "denuncia que se hizo respecto del Sótero del Río no era aislada". A su juicio, "estamos en el peor de los mundos, porque la gente no logra atenderse y, además, es engañada, producto de la confusión y el desorden de los propios servicios que postergan y anulan la posibilidad de que algún día puedan llegar a ser atendidos".

"Sistema muy antiguo"

La ministra de Salud, Ximena Aguilera, afirma que "la base de datos de lista de espera es un sistema informático muy antiguo, que tiene problemas y que nosotros estamos tratando de superarlos a través de la interoperabilidad de los sistemas de información".

Agrega que "vamos a seguir viendo las recomendaciones que hacen las distintas auditorías para ir mejorando todo el sistema de información, mientras vamos avanzando hacia un sistema más moderno basado en interoperabilidad".

Acerca de las causas de las irregularidades, Castillo asegura que "yo siempre tiendo a pensar que esto son alteraciones en la gestión administrativa, más que haya una intencionalidad de esconder cifras".

Aunque Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, consigna que "cuando el nivel central busca que las listas de espera sean acotadas, las autoridades del Minsal y el servicio de salud pueden llamar la atención a los hospitales. Entonces, ahí hay un incentivo para reducir las listas de espera. La desaparición de mil o dos mil personas en un día tiene que ver con esto probablemente, con que el sistema permite que una persona pueda falsificar información.

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