En un mundo cada vez más digitalizado, la interoperabilidad se ha convertido en un concepto clave para el funcionamiento eficiente de distintos sectores, y la salud no es la excepción. Pero, ¿qué significa realmente este término?
La interoperabilidad hace referencia a la capacidad que tienen distintos sistemas, plataformas y aplicaciones para intercambiar datos de manera fluida, segura y comprensible, sin importar quién los haya desarrollado o bajo qué tecnología funcionen. En otras palabras, es lo que permite que la información viaje de un sistema a otro sin perder calidad ni valor.
Interoperabilidad en el sector salud
En salud, la interoperabilidad impacta directamente en la experiencia de las personas. Hoy, cuando los sistemas no se comunican entre sí, la información clínica puede duplicarse, perderse o requerir que el paciente repita exámenes y procedimientos. Por el contrario, cuando los sistemas son interoperables:
- La información clínica del paciente fluye sin barreras, reduciendo errores médicos y evitando exámenes duplicados.
- Los equipos de salud cuentan con antecedentes completos y actualizados, lo que mejora la calidad del diagnóstico y del tratamiento.
- Los gestores del sistema obtienen datos confiables y en tiempo real, fundamentales para planificar recursos, diseñar políticas y mejorar la eficiencia.
Salud público-privada: un ecosistema conectado
En Chile, como en muchos países, el sistema de salud es mixto: conviven instituciones públicas y privadas que atienden a millones de personas. La interoperabilidad es el puente que puede articular estos dos mundos, permitiendo que la atención de un paciente no dependa de en qué red se atiende, sino de la disponibilidad de información compartida.
Algunas aplicaciones concretas son:
- Historial clínico unificado: que acompaña al paciente en todo el sistema, sin importar el prestador.
- Coordinación de derivaciones y tratamientos: reduciendo tiempos de espera y mejorando la gestión de camas y recursos.
- Colaboración en salud pública: datos compartidos entre instituciones para enfrentar emergencias sanitarias o campañas de prevención.
Un paso hacia un sistema más humano y eficiente
La interoperabilidad es un avance tecnológico que debemos aprovechar,ya que es una herramienta que pone al paciente en el centro y permite que la información esté al servicio de las personas y de los equipos de salud, fortaleciendo la colaboración entre el mundo público y privado.
En definitiva, avanzar en interoperabilidad es avanzar hacia un sistema de salud más integrado, más eficiente y más justo, donde lo que importa no es dónde se atiende una persona, sino que reciba la mejor atención posible gracias a la información disponible.