Transformación Digital en la Salud Pública, la clave para adoptar la Ley de Interoperabilidad

La próxima implementación de la Ley de Interoperabilidad en Chile marca un antes y un después en la forma en que los servicios públicos de salud deben abordar sus procesos. Con listas de espera que no dejan de crecer, problemas de gestión y una productividad rezagada, la transformación digital no es un lujo: es una necesidad urgente.

En este contexto, herramientas como sistemas de información hospitalaria (HIS), fichas clínicas electrónicas, integración de datos y soluciones de automatización financiera desempeñan un papel crucial.

La Ley de Interoperabilidad representa una oportunidad única para crear un ecosistema de salud más conectado y eficiente. Su implementación exige que los servicios públicos de salud puedan compartir datos de manera ágil, segura y estructurada, eliminando barreras entre instituciones. Esto no solo mejora la continuidad del cuidado, sino que también permite una mejor toma de decisiones clínicas y administrativas.

Sin una infraestructura digital robusta, cumplir con estos requisitos será prácticamente imposible. Las instituciones deben acelerar la adopción de plataformas que integren datos en tiempo real y aseguren la interoperabilidad entre diferentes sistemas.

Listas de Espera: La brecha que puede cerrarse con tecnología

Las listas de espera son uno de los mayores desafíos del sistema público de salud. La falta de un sistema eficiente de gestión de recursos y de información contribuye a la demora en los tratamientos, afectando la calidad de vida de los pacientes.

Sistemas como gestores de pabellones quirúrgicos y plataformas de coordinación de atención permiten optimizar la asignación de recursos, reduciendo significativamente los tiempos de espera. La digitalización también facilita la creación de indicadores de gestión que ayudan a identificar cuellos de botella y proponer soluciones basadas en datos.

Automatización de procesos: Clave para la gestión financiera

La automatización de procesos no solo mejora la eficiencia clínica, sino también la financiera. Sistemas de gestión del ciclo de ingresos aseguran un manejo más ágil y preciso de facturaciones, autorizaciones y pagos. Esto no solo incrementa la productividad administrativa, sino que también libera tiempo para que el personal se enfoque en tareas más estratégicas.

Un sistema financiero automatizado reduce errores humanos, mejora la transparencia y asegura el cumplimiento normativo. En un escenario donde los recursos públicos son limitados, estas herramientas permiten maximizar cada peso invertido.

El futuro: Una salud pública digital y productiva

Adoptar tecnologías innovadoras en datos no es solo una cuestión de modernización, sino de supervivencia institucional en un entorno que exige eficiencia y rapidez. Además, la digitalización abre la puerta a un sistema de salud más equitativo, donde todos los pacientes tengan acceso oportuno y efectivo a la atención que necesitan.

La transformación digital no es una opción: es una obligación para garantizar un sistema de salud preparado para los desafíos del presente y del futuro. Con la Ley de Interoperabilidad como marco, ahora es el momento de actuar y construir una salud pública más eficiente, conectada y centrada en las personas.